Ya no me cantes, cigarra,
apaga tu sonsonete
que llevo una pena en el alma,
como un puñal se me mete
sabiendo que cuando canto
suspirando va mi suerte.
Bajo la sombra de un árbol,
al compás de mi guitarra
canto alegre este huapango
porque la vida se acaba
y no quiero morir soñando
como mueren las cigarras.
La vida, la vida, la vida es,
un contratiempo.
(Pañuelo a rayas- Bulerías)
Para un cosoñador: He pensado en lo que hablamos. Puede que tengamos los momentos de realidad contados pero me gustaría pensar que es preferible. Prefiero morir soñando antes que vivir sin sueños. ¿No te parece? (Contestan los niños suecos a su madres: si uno no come se muere, pero aun comiendo tambien se muere) La vida se acabará,vale, pero los sueños muchas veces siguen. Mi amigo Victor dice que los más lindos son los sueños compartidos porque una vez que un sueño se comparte ya está en camino a ser algo real
¿Quieres soñar conmigo?
1 comment:
Sabes de sobra que comparto esta teoría de los sueños. Aunque a veces es tan difícil volver a la realidad y asumirla...
También creo que las despedidas falsas provocan que los reencuentros inesperados sean mucho más especiales ¿no crees?
Un beso (o dos).
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