Sunday, August 27, 2006

Fragementos IV

"Somos tambien lo que hemos perdido"


Coincidirán muchos conmigo cuando digo que esta noche tiene algo de maldito. Igual están allí compartiendo esta misma frustración, masticando esta misma sensación de pasión insatisfecha (trivial pero molesta) con su sabor agridulce. El que sabe a resaca y remordimiento. Sí, creo que tambien lo conocen. (La actuación puede que fuera incorrecta pero la atracción era casi perfecta) Y porque están allí, porque les siento tan cerca que casi puedo sincronizar mis suspriros con su respiración, no me siento nada sola. Y, no me siento culpable (sólo tenemos compromisos difusos, esperamos poco, y nunca, nunca, exigimos nada)

Pero siento. Insomnia. Indecisión e Impresición. En mis ánalisis de la situacion, en el cálculo, que no deja de ser fria, porque en parte lo soy. Siempre lleva a los mismos números. Racionales e inutiles. Y yo no puedo dejar de volver a contar. Una y otra vez. Con esta esperanza ingénua y presumida de que mis deseos hagan cambiar todas las dimensiones (espacio, tiempo y hasta Dios) para justificarme.

No es cuestion de soltar. Sino de rechazar. De decir que no y hacer creer que es no, y no un quizas (Sabiendo es un sí a gritos desesperadamente ahogado en la fe dudosa de mi propio juicio racional) Un no, firme y con su nunca más. Y su adios. Y su marcha. Y esos ojos. No mirarles. Y esa voz. No oirla. Y esa mano (pondría toda mi tristeza y alegría en esa mano. Sé que lo cuidaba. Juraría mejor por esa mano y deseando morirme, hasta viviría por esa mano) Quitarla.

Ahora tengo esta noche aquí, viviendo como un okupa en mi cuarto. Y nada, ni el tiempo, parece convencerle de lo inoportuna que es. Se queda. Y tengo que pensar y pensar. Y entre cada pensamiento estás tú. Repetiendo tus argumentos desde algun minaret secreto. Y hay una correlación exacta entre mis deseos, la hora, y la fuerza de tu retorica.

Ahora sonries. Y tengo que sonreir. Y mi corazón no deja de ser un trozo de carne. Y mi vida no es más que un cuerpo entre miles de millones. Anónima y sin rumbo. Pero por un momento tiene alma. Todo esto. Tú y yo. Y no sé si llega a darle sentido a las cosas.Pero es algo. Y es nuestro

Cuentame otra vez este cuento y no dejes de contarmelo. Y pase lo que pase no llegues al final (creo que los dos sabemos como termina) que aun no tengo sueño.

Ojalá pase algo que te borre de pronto:
una luz cegadora, un disparo de nieve.
Ojalá por lo menos que la muerte me lleve,
para no verte tanto, para no verte siempre
en todos los segundos, en todas las visiones”


Silvio Rodriguez

1 comment:

Krabat said...

¿Sabes? Cuando leo cosas como estas que escribes te echo un poco más de menos... Cuántas cosas hay en esa cabecita, cuántas cosas buenas. Un beso, loca.